Capitulo 39 El Fin de mi Mundo Ideal

Yo: ...¿Q..Que has dicho?
Rober: Lo que has oído. Es lo mejor.
Yo: ¿Enserio es lo que quieres?
Rober: No he estado mas seguro de algo en toda mi vida.
Me había partido el corazón. Pero era comprensible. Yo se lo había arrancado a él. Me encaminé hacia la habitación y recogí mis cosas. Cuando salí, ya vestida, no estaba ahí. No iba a llevarme a casa, no volvería a rozas sus labios nunca mas. Empecé a llorar, sentada en la acera de la casa. Sigilosamente llegó a mi espalda y me dijo dulcemente:
Rober: Te llevo a casa.
Subí en su coche y fué una de las peores experiencias. Había conseguido que Rober me odiara. Al llegar, me despedí pero él no cruzó una palabra conmigo. Ví como el coche circulaba por la carretera. Rompí a llorar en medio de la calle y me arrodillé en cuclillas en el suelo. Fué una suerte que pasaran por mi puerta y de casualidad, Adri y Ana.
Ana: ¿Andrea?
Adri: ¿Que te pasa?
No hablé. No podía mover ni una fibra muscular de mi maltrecho cuerpo. Adri me tomó en sus brazos y me subieron a mi casa. Gracias a Dios, mis padres se habían ido de viaje y solo estaban Isma y Lola. No me enteré de nada, poco a poco entré en el mundo narcoléptico de los sueños y me dejé ir. Quería creer que a la mañana siguiente despertaría sobre el pecho desnudo de Rober. Pero no fué asi. Me desperté sola en mi habitación. Me duché y me vesti. Salí a tomar algo y me asomé al cuarto de Isma. Lola y él estaban dormidos. En la habitación de mis padres, Ana y Adri estaban en el quinto sueño y yo me dí cuenta de que eran las 8 en punto de la mañana. ¿Qué estaría haciendo Rober? Mientras yo me ensimismaba en mis pensamientos, alguien tocó a la puerta de mi casa. ERA EL. TENIA QUE SERLO. Me arreglé en el espejo y corrí a abrir la puerta. Pero no era quien yo me esperaba.
Yo: ¿Que diablos estás haciendo aqui?