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miércoles, 21 de octubre de 2009

Capitulo 38 Al Son del Canon


Yo: ¿Rober?
Todo era oscuridad.
Yo: ¿Rober, donde estas?
De repente, una luz cegadora me abrasó la vista y lo ví. Estabamos frente a un gran avismo y Rober estaba muy cerca. Mirando hacia abajo. De repente, se dió la vuelta y me miró.
Rober: Sin ti no quiero vivir.
Lancé un grito de horror al ver como mi amor se abalanzaba a la oscuridad en una caída mortal. Chillé con todas mis fuerzas y desperté. Estaba acostada con Rober, en su cama.
Rober: ¡ANDREA! ¿Estás bien?
Comprobar que todo había sido una pesadilla me alentó. Abracé a Rober como la primera vez.
Rober: ¿Has tenido una pesadilla?
Yo: Si... Ha sido horrible.
Rober: Combiene contarlas para que no pasen.
Yo: Te suicidabas.
Rober: Vaya... Gracias.
Yo: Mira Rober... no puedo guardarmelo mas... Tengo que contarte algo.
Rober: ¿¿No llevarás una navaja y me degollarás ahora??
Yo: Es en serio. Estoy pasandolo fatal por este secreto que me come por dentro.
Rober: No me asustes.
Su torso desnudo me dió ganas de morderme la lengua, pero sería injusto.
Yo: Cuando fuí a la entrevista para el papel en "AGUILA ROJA", conocí a un ejecutivo. David.
Rober: ¿Y?
Yo: Esa noche, anoche, me invitó a cenar. Y luego...
Rober puso mala cara.
Yo: No sé cómo pudo pasar... Me invitó a tomar la última en su casa y...
Rober: ¿Os acaostasteis?
Yo: Si...
El rubor subió a mis mejillas. Reconocer la evidencia era muy dificil delante de Rober. (OS RECONOZCO QUE ME HE QUEDADO EN BLANCO PENSANDO EN LA REACCIÓN DE ROBER)
Rober se levantó de la cama y salió por la puerta. Yo me puse la bata corta de raso que me regaló y salí en su busca. Estaba en la piscina.
Yo: Rober...
Rober: ¿Que te he hecho Andrea?
Yo. Rober, por favor... dejame que me explique...
Rober: No hay nada que explicar.
Yo: Rober...
Se giró, dejandome ver de nuevo su cuerpo.
Rober: Andrea... Es mejor que cortemos ahora.
Yo: ¿Que?
Rober: Hemos terminado.

lunes, 12 de octubre de 2009

Capitulo 37 Piensa En Mi


No quería ni pensar en el momento en que Rober etrara por la puerta. Se me caería la cara de vergüenza. ¿Cómo había sido capaz de esto? Ahora estaba arrepentidísima y se me caía el mundo a los pies. Finalmente la puerta se abrió y Rober entró corriendo a abrazarme.
Rober: Andrea... ¿Tu sabes el susto que me has dado?
Empecé mecánicamente a llorar. ¿Cómo había podido...?
Rober: ¿Que ha pasado?
Yo pensé en decirle la verdad, si no, no me lo perdonaría a mi misma en toda mi vida.
Yo: Rober, estube con...
Ana: ¡CONMIGO!
Miré a Ana con una cara entre enfado y agradecimiento.
Ana: Se sentía mal y se quedó conmigo, porque como mis padres no están...
Rober: ¿Pero estás bien?
Yo: Si...
Ana: ¿No os ha dado la buena noticia? ¡¡La han contratado para una serie de televisión!!
Rober: ¿Que?
Ana: Si. Una serie de época, chulísima, ella es la prota femenina.
Rober volvió a abrazarme.
Rober: Hay que celebrarlo.
Yo: No me encuentro muy bien... ¿Vámos a tu casa, vale? Solo quiero estar contigo.
Rober: Bueno, ejamos las celebraciones para luego...
Rober y yo nos montamos en el coche, y yo acomodé mi cabeza en su hombro y mi mano sobre su muslo.
Rober: ¿Andrea quieres ir al médico?
Yo: No Rober, en serio. Estando contigo estoy bien.
Cuando llegamos a su casa, me desplomé en el sofá junto a él, que volvió a poner nuestra película, GHOST, y yo empecé a llorar, y poco a poco, entre en el mundo de los sueños.

jueves, 8 de octubre de 2009

El 1, el 2, el 3...

Ana: ¡¡Ya voy!! ¿Que pasa?
Yo: Ana...
Ana: ¿Andrea? ¿Que te ha pasado? Rober te ha estado llamando toda la noche.
Yo: He hecho algo horrible...
Ana. Ven, vámos a mi habitación.
Llegamos a la habitación y me tiré encima de la cama llorando.
Yo: Rober...
Ana: ¿Que te pasa?
Yo: He hecho algo horrible...
Ana: Eso ya lo has dicho. ¿Que ha pasado?
Yo: David y yo... nos hemos acostado.
Ana: ¿Que? ¿Cómo has podido hacer eso?
Yo: No lo sé... Estoy fatal.
Ana: Se lo tienes que contar a Rober...
Yo: No, no no por favor Ana no...
Ana: Creo que lo mejor es que nos reunamos todas y lo hablemos.
Yo: No. No quiero que nadie se entere...
En ese momento sonó mi movil.
Yo: ¿Quien es?
Ana: Es David.
Yo: Cogeselo y dile que no estoy. Que estoy con mi novio.
Ana obedeció.
Ana: ¿Si? Lo siento, está con su novio. Si. No, ella nunca tubo esa intención. Lo siento. Adios.
Ana colgó.
Yo: ¿Que ha dicho?
Ana: El pensaba que habías dejado a Rober y por eso... hizo lo que hizo...
Yo levante mi dedo indice.
Yo: Por aqui. Todo lo que hizo anoche lo tenía planeado.
En ese momento tocaron a la puerta. Ana fué a abrir y reconocí las voces de Adri y de Rober.
Ahora yo tendría que enfrentarme con esto y no sabía exactamente como sería capaz de mirar a Rober a la cara después de esto.

jueves, 1 de octubre de 2009

Capitulo 36 ¿Por Que?


La cena con David... bueno, fué perfecta. Hablamos de todo un poco, del musical, de la serie, de amor... Consiguió que me olvidara de Rober, algo que nunca me había pasado. Increíble pero si. Rober había volado de mi cabeza como una mariposa paseandose libremente por el campo. Sin embargo, el centro exacto y el fin de todo mi universo era el chico rubio que se sentaba frente a mi.
David: Bueno Andrea... y... ¿tienes novio?
Esa pregunta fría me hizo bajar los pies al suelo.
Yo: Si... Se llama Rober. Es el Fantasma de la Opera en la segunda parte del musical de Lloyd Webber que se estrenará el mes que viene. ¿Y tu?
David: No, yo estoy soltero.
Sentí unas infrenables ganas de flirtear con él.
Yo: ¿Cómo es posible? Con lo increíblemente guapo que eres.
David: Oh venga...
Yo: Hablo en serio.
David me cogió de las manos y me miró a los ojos.
David: Andrea, ¿quieres venir a tomar la última en mi casa?
Una parte de mi cerebro pensaba "Noooo ni se te ocurra, si vas a su casa caerás en la trampa" y la otra me decía: "Ve, vamos, quieres hacerlo y lo sabes... Ve". Entonces, sentí un empujón en el estomago. Si yo conseguía controlarlo a él y sobre todo, controlarme a mi, no pasaría nada. No tenía por que pasar nada. Todo esto pasó en una fracción de segundo.
Yo: De acuerdo. Pero solo una. Mañana tengo que madrugar jaja.
Nos metimos en el coche.
David: Pensandolo mejor. ¿Te apetece ir a una discoteca por aqui cerca?
Yo: La verdad es que no. Estoy molida. Solo acepto la última en tu casa y me voy a dormir.
David: De acuerdo.
La casa de David era realmente grande. Enorme. Un chalet a las afueras, no tan grande como el de los padres de Rober, pero enorme en todos los sentidos. Tenía gimnasio propio, donde se ponía cachas e incluso psicina climatizada.
Yo: Tu casa es... enorme.
David: Si. Mis pades me la pusieron cuando me contrataron. Mi tío es el director de RTVE y me contrató cuando acabé la carrera.
Era sorprendente ver cuantas cosas tenían en común Rober y David. Los dos eran jovencisimos y ya tenían la vida resuelta. A los dos los habían contratado sus tíos y lo mas importante, los dos tenían una parte de mi corazón. Me avergonzaba reconocerlo, pero me había enamorado de David. ¿Cómo era posible? Rober era mi vida, mi alma, mi corazón y yo lo había engañado. Me sentía sucia por la sola idea y pensé en escapar de alli. Pero David, fué mas rápido que yo. Sin que apenas me diera cuenta se había colocado detrás de mi y me acariciaba en cuello entre pequeños besos.
Yo: David, yo...
David: Shhh...
Me dejé llevar. No podía hacer nada mas. Sentí como me besaba y me desprendía de mi ropa sin poder hacer nada. O eso creía yo. Inconscientemente en este estado de catatonia en que estaba, yo misma, con mis manos traidoras había desnudado poco a poco a David y lo besaba en mi inconsciencia. Lo cierto era que estabamos uno frente a otro y los dos nos dejamos llevar...
Rober, perdóname... No me pude resistir. Ahora no podría mirar a Rober a la cara nunca mas, pero en ese momento, solo quería estar asi para siempre. Nada ni nadie podría estropearlo. A la mañana siguiente me desperté y nos vi a ambos desnudos. Sigilosamente me vesti y sali de alli por patas avergonzada y fuí corriendo a casa de Ana. Solo mi mejor amiga podría ayudarme en este momento.

Uh Oh Oh Mi Angel de Miel