Capitulo 33 Feliz Cumpleaños

La gira por España empezó sin mas preocupación que Carlos. Había cambiado su personalidad desde que entró en el musical y ahora estaba atento conmigo, pero no era el pesado de siempre baboseando por mi amor. En cuanto a Guille, se había tomado unas vacaciones y había dejado a Fernanda a cargo de todo lo relacionado con la gira. Rober había conseguido que Andrew Loyd Webber lo moviera permanentemente a Madrid y tan solo habían pasado dos semanas desde que me llevé el premio Gran Vía a la mejor actriz y joven rebelación. Estabamos, por lo general una semana en la capital de la comunidad representando, pero ahora estabamos en Murcia. Era mi comunidad favorita, me encantaba porque papá siempre nos llevaba alli a pasar el verano. Para mi, era ideal, y cuando Fernanda me dijo que solo estaríamos 5 días me negué y conseguí que lo ampliaran en dos semanas. El doble que los demas sitios. Por otro lado, eran principios de Abril, lo cual significaba algo horrible. Faltaba poco para mi cumpleaños. De hecho, mi cumpleaños sería el útimo dia de función en Murcia. Esperaba que Ana no lo recordara, porque Rober no estaba a mi lado y ahora que lo añoraba, me daba cuenta de cuanto lo quería.
Ana: Vuelve a la tierra...
Yo: ¿A la tierra...?
Me había quedado hecha una tonta dandole vueltas a la cabeza...
Adri: Andrea... Tenemos que salir a escena.
Yo: Ahh si. Puff perdonad chicos. Es que...
Ana: Se acerca su cumpleaños. Siempre se pone asi de nerviosa. Le da miedo cumplir años.
Yo. Gracias Anuca...
Lola: ¿Tu cumple? Hay que montarte alguna buena jaja...
Yo: No chicos por favor...
Pero todos volaron. Lo que mas temía era eso y seguro que ahora organizarían la fiesta de mi vida. A mi, siempre me había gustado pasar desapercibida, pero con estos eso era imposible. Las funciones en Murcia fueron las mejores de toda la gira, quzás porque la cerrabamos allí antes de "mudarnos" como aquel que dice a Barcelona a representar ahí. Mi cumpleaños, en día 8 era viernes. Acabé el musical dando las gracias a todos y fuí a mi camerino a cambiarme de ropa. Me arreglé, porque me apetecía estar guapa y me percaté de que Rober no me había llamado, ni me había dado un toque ni nada...
Salí a buscar a los chicos confiada en que no cumplirían su palabra, pero estaba todo desierto. Era muy fuerte, me habían dejado sola. Se habían olvidado de mi. Bueno, en mi soledad, me pasearía por el teatro. Subí a lo mas alto y contemplé el escenario vacío. De repente, la música suave de un violín tocó las primeras notas del 7 de Septiembre y en la oscuridad del teatro, se dibujó con luces rojas un 7. Unas manos fuertes y cálidas me agarraron la cintura y una voz melodiosa sonó en mis oídos cantando nuestra canción. Parecía mentira, pero se había acordado y había viajado desde Madrid hasta Murcia solo para estar conmigo en mi cumpleaños.
Yo: Oh Rober...
Rober: Felicidades.
Sus labios se aplastaron contra los mios y volví a la vida al tiempo en que el escenario se iluminaba y una fiesta sin parangón danzaba ante mis ojos. Toda la compañía, mi hermano y mis padres estaban ahí. Rober y yo corrimos hacia el escenario y yo agradecí de corazón los cumplidos y los regalos. El espectaculo fué maravilloso. Y lo mejor es que ahora tendríamos vacaciones. En un momento de distracción, Rober y yo desaparecimos. No se como acabamos en una habitación grandisima llena de sillas y mesas.
Rober: Te he hechado de menos...
Yo: ¿Y crees que yo no?
Estubimos besandonos una media hora.
Rober: Tengo algo para ti...
Yo: Rober, no hacia falta que...
Rober: Shhh...
Me ató una preciosa pulsera de esmeraldas a la muñeca.
Yo: ¿Te has acordado que mi piedra favorita es la esmeralda?
Rober: Y eso no es todo...
Yo: No es posible que haya mas...
Rober: Nos vamos de vacaciones. Tu y yo solos.
Yo: ¿Tu y yo?
Rober: Tu y yo...
Me lancé a sus brazos y empezamos a besarnos de nuevo. Sus dedos agiles desabrocharon mi camisa mientras que mis manos temblorosas le arrancaban el fino jersey que le marcaba los musculos. En estas estabamos cuando Ana y Adri abrieron la puerta.
Ana: Oh..
Adri: Perdon.
Y se fueron corriendo. Rober y yo empezamos a reir a carcajadas. La puerta se volvió a abrir y una figura menuda y estilizada se alzó ante nosotros. Era ella...
¿¿??: ¿Se puede?