Capitulo 4 Quiero Decirte Que Te Amo

Yo: ¿¡QUE!?
Rober: Enhorabuena.
Me dió un beso en la mejilla, porque estaba mi madre delante.
Guille: Empezarás a ensayar mañana. Te queda mucho trabajo pero lo conseguirás.
Mamá: Felicidades, hija.
Yo: ¿Mamá, podemos hablar un momento?
Mamá y yo fuímos a un rincón.
Yo: ¿Que ha pasado?
Mamá: Les envié un video tuyo cantando y a Guille le has encantado. Tienes muchas probabilidades en el mundo del musical.
Mi aversión por el teatro se había pasado. Y lo mejor es que estaría con Rober... Abracé a mi madre con todas mis fuerzas.
Yo: Gracias, gracia gracias, te quiero mamá.
Guille: Bueno, ¿vámos a tomar algo?
Toda la compañía, sin incluir a Rober, Adri, Lola y yo, que nos rezagamos un poco, siguieron a Guille y a mi madre.
Rober: Es fantástico. Tu Maria y yo Mario.
Yo: Que gracioso.
Adri: Verás como lo haces bien.
Lola. Cantas de maravilla.
Yo: Tampoco es para tanto.
En ese momento sonó mi movil. Era Ana, mi mejor amiga.
Yo: Hola.
Ana: ¿Que haces? Me aburría y he pensado que podiamos ver una peli o algo.
Yo: ¿Y por que no vienes? Estoy por ahí con mis amigos del musical.
Le conté toda la historia y decidió venir.
Yo: Chicos, os importa que esperemos a mi amiga Ana.
Adri: Para nada.
Ana llegó en un momento y lo primero que hizo fué mirar a Adri, que también la miraba a ella.
Rober: Oye chaval, si quereis os dejamos solos.
Lola: Jajaja.
Yo: Este es Rober, Adri y Lola.
Ana: Encantada, me llamo Ana.
Adri: Precioso.
Lola: Lo que decías, vámonos.
Cuando llegamos al restaurante donde cenaríamos, Rober me cogió de la mano.
Rober: Paso de este embrollo, ¿me acompañas?
Yo: ¿A donde, chico duro?
Rober: No sé, ya veremos.
Yo: ¿Y Ana?
Rober: ¿Necesitas preguntarlo? Mira atrás.
Tal y como me esperaba, Ana estaba con Adri, ¿quien sabe? Puede que al final se pongan novios y todo.
Rober: ¿Bueno, vienes?
Yo: "Contigo al fin del mundo"- pensé yo. Claro.
Rober apretó fuerte mi mano y echamos a correr por un callejón oscuro.
Yo: Odio los callejones oscuros.
Rober: Tranquila, no te pasará nada.
Llegamos a un jadín precioso, ilumimado con luces en los arboles y un fuente en el centro, donde dos enamorados compartían su beso.
Yo: ¡Que envidia! ¿Por que en todas las fuentes están estas estatuas? En la vida real no pasan esas cosas.
Rober: De pende de con quién lo hagas... ¿Nunca has tenido novio?
Yo: ¿Y tu?
Rober: Yo he preguntado primero.
Yo: No me han faltado ocasiones, hay un chico, Carlos, que anda detrás de mi. Pero paso de él, aunque suene infantil, yo busco a mi amor verdadero.
Rober: Igual que yo. Pero creo que estoy muy cerca de él ahora mismo.
Rober levantó la cabeza. Humillada, pensé que se refería a la chica que le gustaba que vendría por detrás de mi, pero solo estaba la luna llena.
Yo: Es preciosa.
Entonces, Rober susurró algo en voz casi inaudible.
Rober: Quiero decirte que...
Mi cara se acercaba peligrosamente a la suya.
Yo: ¿Que?
Rober: Te amo.
Y entonces me besó. Un beso mejor mil veces que el otro, un beso con toda su alma y toda la mia. No fué un beso, fué El Beso. Mis brazos se enredaronen su cuello, y los suyos, fuertes, contra mi cintura. Cuando me soltó, me hice la interesante.
Yo: Valla...
Rober: Si no sientes lo mismo no pasa nada.
Rober hizo ademán de irse, pero yo lo agarré.
Yo: No soy muy buena en italiano, pero ahí va. Volevo Dorte Che Ti Amo.
Y lo besé. No era posible, pero había decidido disfrutar de mi sueño hasta el final.
Rober: ¿Entonces, quieres ser mi novia?
Yo: Rober, ¿cómo me preguntas eso?
Rober: Andrea, es lo que se hace en estos casos.
Y lo volví a besar.
Yo: ¿Contesta esto a tus preguntas?
Rober: De sobra.
Y entonces se desabrochó una cadena que llevaba al cuello y me la puso.
Yo: Debemos regresar, esos nos estarán esperando.
Rober me dió la mano y los dos fuímos, felices, al restaurante donde estaban los demás. Me daba igual lo que pasara, pero iba de la mano del hombre de mis sueños.