Capitulo 20 Dificil Decisión

Guille: Era el representante de Andrew Lloyd Webber.
Rober: ¿Y?
Yo apreté fuerte mi mano a la de Rober.
Guille: Te quieren para que seas el Fantasma de la Opera.
Rober y yo: ¿¡QUE!?
Rober: En Madrid, ¿verdad?
Guille: En Brodway.
El escalofrío que recorrió mi espalda me impidió la movilización.
Rober: ¿En Brodway?
Guille: Es la mejor oportunidad que nunca tendrás. A mi me duele mas que a nadie que dejes Hoy No Me Puedo Levantar, pero El Fantasma de la Opera es el mejor musical de todos los tiempos. El sueldo es muchisimo mejor y a parte, es el protagónico. Solo se han interesado en ti.
Rober: Tendría que dejar esto...
Guille: Si. No puedes estar yendo y viniendo.
Me odié por lo que le dije, porque sabía que me arrepentiría en resto de mi vida.
Yo: Es una gran oportunidad.
Guille: Sabía que Andrea lo vería así. Tienes que aceptarlo.
Rober: No tengo donde quedarme.
Guille: Eso es lo mejor. Te regalan la casa. Una casaza en plena primera linea de playa en Nueva York.
Rober: Me lo tengo que pensar.
Guille: Te han dado dos dias de plazo apra pensar.
Rober: Vale Guille, luego hablamos.
Lola, Isma, Adri, Ana y Fernanda estaban en la puerta. Rober y yo salimos blancos.
Lola: ¿Y bien?
Isma: ¿Que os han dicho?
Yo: Le han ofrecido a Rober...
Rober: Un puesto en El Fantasma de la Opera en Brodway.
Adri: Rober... ¡¡Eso es fantastico!!
Ana: ¿Lo vas a aceptar?
Fernanda: Es la mejor oportunidad Rob...
Rober: Necesito pensar...
Yo: ¿Quieres que vaya contigo?
Rober me besó en la frente.
Rober: Prefiero estar solo.
Y se fué. Adri e Isma fueron a por el coche y las chicas se quedaron comigo. Yo empecé mecanicamente a llorar.
Ana: ¡¡ANDREA!!
Lola: Pobre...
Todas me abrazaron. Yo lo sabía. Si Rober aceptaba el puesto en El Fantasma de la Opera, lo habría perdido. Nuestro amor sería nulo. No habría existido nunca, unas pocas horas de felicidad junto al hombre a quien realidad amaba. Los chicos me dejaron en mi casa. Me quedé inmovil a la entrada y vi que el coche se detenía a pocos metros. Ana, Lola y Fernanda bajaron.
Ana: Nos quedamos contigo.
Lola: Espero que a tus padres no les importe.
Fernanda: Somos tantas...
Subimos a casa. Papá leía el periódico en el comedor y mamá preparaba la cena. Saqué toda mi fuerza interpretativa. Le dí un beso a mi padre y le anuncié la fiesta de pijamas a mi madre. Aceptó de buenisima gana, nos dió de cenar y bajamos entre todas los colchones del trastero. Al llegar a mi habitación tenía un mensaje en el movil.
"Kariñ necsit q m des tu opinin d lfntsma d la opra. Sn ti n pued dcidir nada. T amo, Rober"
Las chicas intentaban darme animos, pero yo estaba muy mal.
Fernanda: ME dirás que soy una mala persona, pero, El Fantasma de la Opera... No es moco de pavo. Solo lo interpretan los mejores actores del mundo. Es un honor para Rober haber sido elegido.
Lola: Lo vamos a hechar mucho de menos aqui...
Ana: Rober no se irá. Se quedará con Andrea y con nosotros aqui.
Y con ese tipo de discusiones se fueron durmiendo poco a poco. Yo era incapaz de conciliar el sueño. A las dos, me salí por la ventana y llegué al balcón. La luna llena iluminaba mi triste figura. Apoyé mis brazos en la balaustrada y me dejé ir. Lloré. Lloré como nunca en mi vida. Las palabras de Fernanda habían hecho eco en mi profundamente. Era la mejor oportunidad que nunca le harían a Rober, y yo no podía, o mejor dicho, no debía estorbarle. Si él no decidía voluntariamente acudir a Brodway, iría por otros medios. Le haría daño. Lo haría por él. Podría encontrar de sobra a alguien mejor que yo. Tenía que hacerlo. Por él, por mi... Cerraría por siempre mi corazón con llave y la tiraría al mar. Rober iría a Brodway y sería el Fantasma de la Opera, con mi amor, pero sin mi.