Capitulo 21 ¿Cómo Romper Tu Corazón?

Si, estaba decidido. A la mañana siguiente, sin fuerzas en el cuerpo, me vestí para ir al ensayo. Ese día haría doblete, es decir, dos representaciones. Rober no fué a recogerme y yo no quería forzar la situación. Fuímos andando las cuatro.
Fernanda: Vámos Andrea, tienes que ver el lado positivo a las cosas.
Ana: Es que esto no tiene un lado positivo.
Lola: Chicas, estais agobiando a la pobre.
Yo lo escuchaba pero no lo interpretaba. Era cierto, no tenía nada positivo. Al llegar al ensayo, Malena me abrazó. Yo estaba demasiado debil para retirarla.
Malena: No sabes cuanto me alegro de que Rober acepte ir a Brodway, aunque lo siento por ti, querida. Te quedas compuesta y sin novio.
Fernanda: Ya te vale, lagartona.
Malena: Tu no hables, que eres la peor.
Ana: No te consiento que...
Malena: ¿Que? ¿Que me tire a tu novio?
Lola: Pasa de ella.
Y pasamos. Fuí con Fernanda al despacho y solo estaba Guille.
Yo: ¿Sabes algo de Rober?
Guille: Nada desde ayer.
Estaba fatal, pero si él no aceptaba estada decidida a hacerlo.
Yo: Guille, ¿crees que aceptará?
Guille: Lo único que lo ata a quedarse aqui eres tu. Eres lo unico que estorba.
Fernanda: ¡¡Guille!!
Guille: Es la verdad. Si Andrea no estubiera Rober se iría a Brodway.
Yo empecé a llorar. Guille me estaba culpando. Yo tenía la culpa de que Rober no aprovechara la mejor oportunidad que jamás tendría. Me escapé de allí. De todas formas el ensayo podía empezar sin mi. Me fuí corriendo por las calles y, sin darme cuenta llegue a una plaza familiar. Una fuente con dos amantes besandose, luces apagadas en los arboles, y el el mas lejano, nuestras iniciales bajo un corazón. Me senté bajo el arbol y recliné mis piernas, apoyando mi cabeza encima. ¿Cómo podría romper el corazón del hombre al que mas amaba? Sin darme cuenta una mano fuerte y cálida me acarició el pelo. Era él.
Rober: Has venido...
Yo: Necesitaba verte. ¿Cómo sabías que estaba aqui?
Rober: Llámalo un sexto sentido. ¿Que te pasa?
Intentó besarme, pero yo me aparté, perdiendo asi la oportunidad de gozar de uno de sus besos de pasión.
Yo: Tenemos que hablar.
Rober: ¿De que?
Yo: Tienes que ir a Brodway. Es tu gran oportunidad.
Rober: Lo sé. No creas que es facil tomar una decisión.
Yo: Tienes que ir, no hay nada que decidir.
Rober: Tendría que dejar atrás todo aqui. Mi familia, el musical... a ti.
Yo: Rober, es lo mejor para ti. Si yo soy un impedimento entonces...
Rober: ¿Entonces que...? Tenía algo que proponerte.
Yo: ¿Que?
Rober: Ven conmigo a Nueva York.
En ese momento ví el cielo abierto, pero las palabras de Guille volvieron como puñales a clavarse en mi mente. " Tu eres un estorbo" "No le haces falta"
Yo: No Rober, las cosas no funcionan así.
Me mordí la lengua y llorñe antes de pronunciar la última palabra.
Rober: ¿Que quieres decir?
Yo: Debemos terminar.
Mi corazón se desgajó en mil pedazos. El suyo también. Dos corazones rotos en una plaza en forma de corazón, frente a nuestro corazón del arbol.
Rober: ¿Tu...no...me quieres?
Maldita sea, te adoro mas que a nada en el mundo.
Yo: No. Esto ha sido bonito, pero tiene que acabar.
A Rober se le vidriaron los preciosos ojos esmeralda que tenía.
Rober: Andrea...
Yo me acerqué a él y lo besé en la mejilla. Aspiré su olor e intenté mantenerlo por siempre en mi mente.
Yo: Que te valla bien, Rober.
Y me fuí. Dejandolo con el corazón partido en nuestro parque, volví a nuestro teatro. Estaban todos comiendo y yo me agarré a la columna donde por primera vez lo había visto. Y dejé allí mi alma, porque lloré como nunca en mi vida. Había dejado ir, con una imagen equivocada de mi, al hombre de mis sueños. Algo brilló en mi pecho. Su cadena. La besé, la tomé fuerte en mis manos y pronuncié entre susurros la última frase.
Yo: Te amo Rober...